Mis queridos amigos:
Después del último update comencé a trabajar en la clínica de “Mission Of Hope” en Pangani. He visto muchas heridas, infecciones, enfermedades respiratorias y estomacales.
Lo más fuerte que me ha tocado vivir en la clínica (aparte de ver a un hombre apuñalado y con parte de su intestino afuera que por cierto, no pudimos curar porque eso era muy grave, así que fue llevado al hospital), ha sido tratar a Lucky.
Lucky es un niño de 3 años que tiene casi la mitad de su cuerpo quemado. La primera vez que vino, sus heridas estaban super infectadas (corría sangre y pus) y las gasas se habían pegado a ellas. Él lloraba y gritaba como un loco y aun entre cuatro personas fue difícil manejarlo (nada de anestesia).
Lucky viene cada día para limpiar sus heridas, su cuerpo se ha ido recuperando de a poco.
Mi trabajo en la clínica es ayudar con algunas curaciones, con masajes para las personas con problemas musculares, entregar remedios, ordenar medicamentos y aprender.
La semana pasada tuvimos un Clean-Up en “Baba Ndogo”. La idea es limpiar la comunidad, pero enseñándole a la gente como hacerlo para que después ellos puedan hacerlo solos. Fue un duro, pero buen trabajo junto a las personas de ese lugar.
Lo que más me ha gustado de este último tiempo, es la relación que he establecido con mi clase “3-Púrpura”. Cada tarde me presento ante ellos con diversas actividades y enseñanzas. Traje desde Chile un “emboque” y una “cachua” y con ellos he estado evangelizando.
Cada día cuando abro la puerta lo primero que se ve es mi mano y ellos ya saben que soy yo, entonces comienzan a gritar mi nombre y más de alguno sale al encuentro saludándome en español o contando hasta 10 (cosas que he enseñado).
Un día llego a la clínica un niño y me dijo “hola, cómo estás?” así que le pregunté de que clase era y me contestó “3-Rojo” y yo no he ido nunca a esa clase, asi que me vi obligada a preguntarle quien le había enseñado eso. Me contó que tenia un amigo en la clase “3- Púrpura” que les había estado enseñando a él y a otros compañeros. Me sentí tan alegre al oír eso…
Hace una semana y media que estoy enseñándoles ajedrez. Al principio, me preguntaba como les iba a mostrar los movimientos de las piezas, porque solo dibujando no era algo fácil de entender y no tenia un tablero conmigo, así que se me ocurrió usar un ajedrez humano en donde ellos mismos fueran las piezas.
Esta semana recibí dos cartas de esa clase diciendo que me amaban y dándome las gracias por las actividades. Ha sido emocionante.
Aunque al principio pensaban que yo era de China, finalmente se han aprendido el nombre de mi país y ahora algunos quieren visitar Chile algún día.
Todo mi tiempo aquí ha sido una real bendición, todo lo que yo entrego me parece poco al ver todo lo que estos niños y la gente me dan a diario, cuando corren gritando mi nombre para saludarme, cuando me besan, cuando me abrazan, cuando me sorprenden!
El sábado pasado los chicos tenían que ver una película, pero el data no estaba funcionando y había que hacer algo, así que se me ocurrió un “show de talentos” y los demás estuvieron de acuerdo. Aprovechamos de hablar de la parábola de los talentos y ese día, cada niño mostró aquello en lo que era bueno.
Sigo agradecida por cada una de sus oraciones, ánimos y mensajes, porque siento conmigo la fuerza necesaria para entregar lo mejor cada día y aprender más de lo que Dios quiere que haga en su nombre.
Les dejo otro video con un resumen de las fotos de estas últimas dos semanas.
Mis abrazos y bendiciones, en Cristo
Tahía Álvarez
Video: http://www.youtube.com/watch?v=EGkxAjIuGtA
