Entradas populares

sábado, 23 de noviembre de 2013

Give us

"Give us, O Lord, steadfast hearts that cannot be dragged down by false loves; give us courageous hearts that cannot be worn down by trouble; give us righteous hearts that cannot be sidetracked by unholy or unworthy goals. Give to us also, our Lord and God, understanding to know You, wisdom to recognize You, and a faithfulness that will bring us to see You face to face" - Thomas á Kempis

viernes, 4 de octubre de 2013

Pielomorfósis

Después de haber estado un tiempo con él, un día de pronto, al despertar, se miró al espejo y notó que había comenzado a perder el cabello. Este cambio al principio pareció no asustarle, porque se efectuaba con tal lentitud, que era casi imperceptible. Sin embargo, mientras más lo conocía y estaba a su lado, el pelo caía con más deprisa.
Al cabo de un par de meses, ya era demasiado tarde para revertir la situación, había quedado ¡completamente calva! Con los ojos cerrados, tomó el espejo con su mano derecha, su cuerpo temblaba… Hasta ese momento, ella por no querer ver los cambios que se llevaban a cabo en su cuerpo, había evitado todo tipo de encuentros con espejos y cualquier otra cosa que pudiera darle un reflejo de su persona. Notó al abrirlos que además de perder el cabello, una pequeña barba cubría la parte inferior de su cara.
Llena de tristeza bajó la mirada… ¡¿cuántas otras cosas habrían cambiado en tan corto lapso?! La sola idea de no seguir siendo ella misma le paralizaba.
Corrió a su encuentro, esperando conseguir ayuda, mas al verlo un frío súbito recorrió sus huesos… ¡era él! ¡Ella se estaba convirtiendo en él!
La desesperación de apoderó de su ser, no sabía cómo proseguir…. Quería correr en una dirección opuesta, pero no sabía cómo darle la vuelta al timón de su vida.
¿Percibirían los otros sus cambios? ¿Estaría notando él, en ese mismo instante en que se encontraron, tal metamorfosis? ¿Se estaría volviendo loca?
Llena de preguntas y miedos, sólo pensaba en arrancarse la piel, esperando que de ese modo, como ocurre con las plantas, volviera a florecer aquella que siempre había sido.
Estando aún frente a él, y sin decir palabra alguna todavía, recordó una historia que de niña su abuelo le contaba sobre gigantes luminosos, que para poder ser lo que realmente eran, tenían que atravesar un vasto desierto hasta alcanzar el punto en el que los rayos del sol eran más intensos. Sólo en ese punto ellos podían detenerse y esperar a que los mismos rayos resquebrajaran su cuerpo hasta romperlo, para sacar el gigante de luz que llevaban dentro.
Lo miró fijamente a los ojos. Los labios de él se movían, como articulando palabras, pero ella no podía escuchar nada. Dio la media vuelta y comenzó a caminar, sin prisa. Sus pasos eran débiles, temblorosos, pero cuanto más se alejaba, más recobraba la fuerza.
Un viento le hacía compañía al caminar, la abrazaba, le quitaba, poco a poco, sus impurezas, su piel…

miércoles, 21 de agosto de 2013

Polentina en el cesac 14 (21/08/13)

Polentina entró en la sala de espera del cesac 14 esta mañana, cuando vió a tres chicos jugando con los legos. Se acercó y se presentó, y conoció así a Carlos, de 9 años, a Nico, de 5 años y a Santi, de 2 años. Tres hermanos que venían a pedir el alta después de haber tenido un brote alérgico en la piel.
Mientras charlaban, los chicos notaron el grande y verde burbujero que Polentina llevaba en el bolsillo izquierdo de su guardapolvo y preguntaron “¿qué es eso?”. Polentina desenfundó su burbujero y les preguntó “¿qué creen ustedes que es?”. Los chicos rápidamente dijeron que era una espada, pero Polentina exclamó “¡es más que eso!” y explicó que era un hacedor de burbujas de ensueño.
Entre burbujas y burbujas, Polentina ya había captado la atención de estos tres hermanos, cuando más niños se sumaron a este encuentro.
Carlos, el mayor de los hermanos, desapareció un instante mientras el juego continuaba y mientras los pequeños deseaban volverse, al igual que Polentina, unos hacedores de burbujas, unos hacedores de ensueños.
Cuando Carlos volvió, traía consigo un dibujo que tenía escrito con su letra “Valentina” bien grande y en el centro, rodeado de corazones, estrellas, flores, una luna, un sol y un globo, y con su nombre en la esquina superior izquierda de la hoja. El pibe no había entendido el nombre de esta superheroína, pero no importa, porque en el fondo, la palabra representaba una de las características de Polentina… la valentía (y es lo que ella le dijo finalmente, con un abrazo de agradecimiento). El momento era mágico, la alegría reinaba en el lugar, las burbujas estaban por todos lados y el Honor de pronto entró por la puerta, y quiso nombrar a estos niños y niñas, en un acto sublime, hacedores de burbujas de una vez y para siempre, para lo que primero, debieron pasar diversas pruebas como: quién salta más alta; piedra, papel o tijeras; quién tiene menos años y quién sopla más encantadoramente.
Más tarde el movimiento llevó a Polentina a enfocarse en la pistola de legos que uno de los hermanos llevaba en la mano. Desarmaron la pistola y la transformaron en pequeños fragmentos de alegría que comenzaron a repartir por toda la sala de espera y la juegoteca.
En el camino se encontraron con más legos y decidieron construir una torre muy alta. Polentina insistía en que la torre para que fuera grande y no se cayera, debía tener una base sólida.
Los chicos hicieron una primera torre muy alta, pero uno de ellos la sostenía. Les preguntó si para cuando soltara la torre ésta caería y los niños dijeron que sí. Entonces les explicó que la torre no tenía la base firme y que habría que construir una diferente. Construyeron otra, muy débil. Polentina sacó el burbujero y pregunto si cuando llegaran las burbujas la torre caería. Los niños dudaban, así que Polentina lanzó burbujas a la torre, pero ésta permanecía erguida. Luego, preguntó si cuando soplara la torre caería y en opiniones divididas, algunos dijeron que sí y otros que no. Polentina sopló y la torre se vino abajo. En la tercera torre Polentina intervino y les mostró cómo construir bases firmes.
Los hermanos se fueron con su madre y despidieron a Polentina con abrazos y besos y se quedó Polentina junto a otros chiquitos más chiquititos, que apenas hablaban. Ellos querían burbujas y burbujas recibieron y fueron reventando burbujas por la juegoteca, acercándose con ellas a los que estaban sin jugar y captando la atención y sonrisas de muchos.
Polentina estaba muy feliz para cuando terminó la jornada y fue tiempo de partir, pero tenía muchas dudas sobre sus superpoderes… Gracias a la brújula, Polentina redireccionó su rumbo y en honor a su nombre, decidió usar sus superpoderes para encontrar la polenta que hay en los otros (los poderes que tienen los demás tienen) y hacérselos ver.
Y así emprendió Polentina su viaje, llena de amor, llena de felicidad, llena de magia, llena de colores, llena del otro…

domingo, 28 de abril de 2013

Todo a Dios

"No permitas el desaliento ante un fracaso si has actuado lo mejor que has podido. Rechaza también la gloria cuando consigues éxito en tu empresa. Dáselo todo a Dios con la más profunda gratitud. Si te sientes abatida, es una señal de orgullo que manifiesta cuánto crees en tu propio poder. No te preocupe lo más mínimo lo que piense la gente. Sé humilde y nada te molestará jamás. El Señor me ha puesto en este trance donde estoy, Él mismo me librará."



Este pensamiento de la Madre Teresa de Calcuta, sumado a algunas conversaciones que he tenido esta semana me han hecho reflexionar con respecto a las dificultades y cómo a veces nos sentimos insuficientes ante la solución de un problema, ante nuestro rol de hijos, padres, esposa, esposo, novia, novio, como hermanos, como estudiantes, en nuestros trabajos, etc. Tenemos esa sensación de que no llegamos y ya no sabemos qué hacer. Hemos puesto todo de nosotros y aún así, parece que no alcanza. Y saben algo?... creo que es efectivamente así, pero eso no debe abrumarnos. Nuestra aflicción a veces pasa por no comprender que todo en nuestra vida es un proceso. Estamos aquí para vivir en constante crecimiento.
Como dice Pablo en Filipenses 3:12-14, no somos perfectos. Somos parte de la obra de Dios y hasta en día en que estemos cara a cara frente a Él, no estaremos completos. Todas las situaciones que vivimos a diario, están siempre trabajando con nuestra Fe, para que crezcamos en el conocimiento de Cristo.
Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada. Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento (Santiago 1:2-6)
No desesperemos ante la adversidad, confiemos en Dios, tengamos Fe en que él es quien va delante nuestro, preparando el camino. Como dice la Madre Teresa "Él me puso en este trance donde estoy, Él mismo me librará". Él nos ayudará, Él nos levantará, Él nos ama y no permitirá que terminemos derrotados, sabe cuáles son nuestros límites, no pondrá una carga más pesada de la que podamos soportar y aún así, si nos sentimos débiles, sabemos que podemos libremente pedirle cuánto nos falte. Demosle todo a Dios, nuestras alegrías y tristezas, nuestros miedos, nuestras victorias y fracasos. Porque no hay nada mejor que descansar en ÉL.
Bendiciones!