Desperte alrededor de las 2.30 am. No pude seguir durmiendo despues, porque hacia mucho. Me levante a eso de las 8 para tomar desayuno e ir a dejar a los chicos a la escuela con Leann.
Este dia fue mucho mas entretenido. Conoci a todo el colegio y estuve con la gente de CHE. En CHE estuvimos aprendiendo a usar un cubo para evangelizar. Tambien Leann y yo estuvimos preparando una clase de nutricion para los chicos de 5-8 y 9-14 años. Dentro de las proximas semanas se enseñara a las mujeres de Mathare metodos de prevencion del SIDA/VIH. Timothy necesitaba a alguien para hacer la demostracion de como se usa el condon femenino y nadie queria hacerlo, asi que me ofreci. Creo que mañana me enseñara y asi podre mostrarle despues a las mujeres aqui.
Al volver a casa jugue con los niños baloncesto, fultbol y al emboque (si, traje uno jajajaj), fue super divertido.
*Nota Adicional: Alguien me dio un libro para aprender Swahili, ahora se mas de 20 palabras
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sábado, 15 de enero de 2011
Dia 2 en Kenya (12/01/11)
Me desperto Elizabeth alrededor de las 7am . No alcance a tomar desayuno, asi que tome unos panqueques y un poco Shae (te con leche) y me fui camino a MOHI. Fuimos en el auto yo, Wallace, Victory and Feith (Si es que escribi bien los nombres). Despues de dejar a los chicos en la escuela, fuimos a Mathare para conocer a la gente de CHE (Community Health Evangelism) y MOHI (Mission Of Hope International). Todos aca son super amables y simpaticos y me estan enseñando Swahili. Conoci muchas personas hoy, entre ellas Alice. Ella, Leann y yo fuimos al hospital nacional Kenyatta para llevar a Kevin, que tiene problemas en sus ojos. Leann me dijo que en CHE trataban algunas cosas, pero de lo Kevin era algo mas grave, entonces alguien dio el dinero para que el pudiera ver a un especialista. Estuvimos todo el dia alla, fue algo aburrido, porque no habia nada que hacer mas que esperar.
Creo que lo mejor en esos momentos, fue que pude tomar la mano de Kevin cuando tuvo miedo y jugar un poco con el y Leann.
El hospital es realmente feo , los baños no tienen agua ni nada higienico. Para llegar al hospital tuvimos que tomar unos “buses” pequeños llamados “Mathatus” en donde todos ibamos super apretados, uf! y con el calor que hacia, ni les cuento…
Nos fuimos a casa alrededor de las 5, pero pasamos a buscar a los chicos a la escula primero. Despues de comer llame a mi mama y me dormi. Aunque no hicimos nada, fue un dia super agotador…
*Nota Adicional: Aprendi 6 palabras en Swahili:
Hola= Habari Jacko
Lo siento= Pole
Gracias= Asante sana
Adios= Kwaheri
Como estas?= sasa
Estoy bien= Nzuri
Creo que lo mejor en esos momentos, fue que pude tomar la mano de Kevin cuando tuvo miedo y jugar un poco con el y Leann.
El hospital es realmente feo , los baños no tienen agua ni nada higienico. Para llegar al hospital tuvimos que tomar unos “buses” pequeños llamados “Mathatus” en donde todos ibamos super apretados, uf! y con el calor que hacia, ni les cuento…
Nos fuimos a casa alrededor de las 5, pero pasamos a buscar a los chicos a la escula primero. Despues de comer llame a mi mama y me dormi. Aunque no hicimos nada, fue un dia super agotador…
*Nota Adicional: Aprendi 6 palabras en Swahili:
Hola= Habari Jacko
Lo siento= Pole
Gracias= Asante sana
Adios= Kwaheri
Como estas?= sasa
Estoy bien= Nzuri
Dia 1 en Kenya (11/01/11)
Llegue a Nairobi alrededor de las 8pm. Me sentia super cansada, porque no habia dormido los dos dias anteriores. La hermana de Mary me fue a buscar al aeropuerto. Las dos primeras palabras que se me vienieron a la mente fueron “Desorden” y “Oscuridad” porque no hay luz en las calles y todo parece un caos.
Al llegar a casa me recibio Leann, otra misionera. Me explico algunas cosas que haremos mañana y me dijo que podia contar con ella ante cualquier duda. Despues de darme una ducha, no hare nada mas que dormir.
*Nota adicional: el aeropuerto se Sao Paulo parecia un aeropueerto fantasma, me asuste un monton, porque tuve que esperar horas ahi para tomar mi avion a Sudafrica y no tenia a quien preguntarle a donde debia ir… cuack!!
*Nota Adicional 2: Estoy super agradecida de toda la gente que esta orando por mi, en general tuve un buen viaje, y llegue super bien a Kenya. Mis saludos a todos! (No tengo tildes!)
Al llegar a casa me recibio Leann, otra misionera. Me explico algunas cosas que haremos mañana y me dijo que podia contar con ella ante cualquier duda. Despues de darme una ducha, no hare nada mas que dormir.
*Nota adicional: el aeropuerto se Sao Paulo parecia un aeropueerto fantasma, me asuste un monton, porque tuve que esperar horas ahi para tomar mi avion a Sudafrica y no tenia a quien preguntarle a donde debia ir… cuack!!
*Nota Adicional 2: Estoy super agradecida de toda la gente que esta orando por mi, en general tuve un buen viaje, y llegue super bien a Kenya. Mis saludos a todos! (No tengo tildes!)
miércoles, 13 de octubre de 2010
Aventuras callejeras (I)
Llevaba mucho tiempo pensando que las mejores aventuras las encontraría afuera, en la calle.
Un poco influenciada por mi soledad en este país, lo mejor sería ir en busca de historias, exponerme al mundo, pero lamentablemente cuando tenía la oportunidad de actuar no me animaba y hasta me sentía un poco cobarde.
Una vez había ido con la gente de la iglesia a dar comida a la personas de la calle. Si uno está en grupo es fácil hacer lo correcto o lo incorrecto (dependiendo de la naturaleza de tal grupo). Sin embargo, cuando iba sola por la calle rara vez me detenía al ver a un necesitado… aparece ese temor de ser inoportuno, de no ayudar realmente… era toda una lucha en mi interior.
He estado orando hace tiempo por todo esto y finalmente se me ocurrió una idea para acercarme fácilmente a esta gente.
Cada vez que voy a la facultad llevo comigo un gran pan, porque estudiar abre mi apetito. Decidí entonces cortar ese pan por la mitad para que así, si encontraba a alguien en el camino, pudiera acercarme y ofrecerle mi pan y con eso, iniciar una conversación.
El primer día yo estaba super emocionada por este plan, pedía a Dios que preparara a la persona o las personas con las que pudiera encontrarme, pero ese día no vi a nadie y las dos mitades me las comí yo. El día siguiente fue igual…
Al tercer o cuarto día, yo tenía hambre y deseaba comer mi otra mitad de pan. En el camino de ida a la facultad no había visto nada y ya estaba en el tren de regreso a casa. Cuando bajé del tren caminé menos de una cuadra y allí estaba un hombre, sentado en la acera pidiendo dinero. Yo ya había avanzado unos cinco pasos después de verlo, pero ya no podía continuar. De pronto me sentía muy nerviosa de acercarme a él. Miles de cosas pasaban por mi cabeza hasta que me di vuelta para mirarlo.
Toda la gente pasaba de largo, como si aquel hombre no existiera, nadie lo miraba siquiera… ¿tal vez estaba yo viendo a un fantasma?
Todavía llevaba mi mitad de pan así que cobré firmeza, avancé hacia él y le pregunté:
- ¿Tienes hambre?
- Sí, pero también tengo un poco de sed- dijo.
- Sólo tengo un pan, no ando con nada para beber.
Aquel hombre tenía una cara de sorprendido que ni yo me la creía.
-¿qué pan es?- continuó.
-No tengo idea, pero lleva mermelada de durazno.
-¡Oh! Es un pan preparado
Me di cuenta de que la gente me observaba y nuevamente me sentí nerviosa, no me sentía bien para continuar con el plan y quedarme a oír su historia así que le dije:
-Bueno, espero que ese pan calme un poco tu hambre, aunque sé que no es mucho. Que Dios te bendiga amigo y que estés bien.
- Gracias, gracias- agregó
- A ti.Y me fui orando por él mientras seguía con mi camino de regreso a casa.
Un poco influenciada por mi soledad en este país, lo mejor sería ir en busca de historias, exponerme al mundo, pero lamentablemente cuando tenía la oportunidad de actuar no me animaba y hasta me sentía un poco cobarde.
Una vez había ido con la gente de la iglesia a dar comida a la personas de la calle. Si uno está en grupo es fácil hacer lo correcto o lo incorrecto (dependiendo de la naturaleza de tal grupo). Sin embargo, cuando iba sola por la calle rara vez me detenía al ver a un necesitado… aparece ese temor de ser inoportuno, de no ayudar realmente… era toda una lucha en mi interior.
He estado orando hace tiempo por todo esto y finalmente se me ocurrió una idea para acercarme fácilmente a esta gente.
Cada vez que voy a la facultad llevo comigo un gran pan, porque estudiar abre mi apetito. Decidí entonces cortar ese pan por la mitad para que así, si encontraba a alguien en el camino, pudiera acercarme y ofrecerle mi pan y con eso, iniciar una conversación.
El primer día yo estaba super emocionada por este plan, pedía a Dios que preparara a la persona o las personas con las que pudiera encontrarme, pero ese día no vi a nadie y las dos mitades me las comí yo. El día siguiente fue igual…
Al tercer o cuarto día, yo tenía hambre y deseaba comer mi otra mitad de pan. En el camino de ida a la facultad no había visto nada y ya estaba en el tren de regreso a casa. Cuando bajé del tren caminé menos de una cuadra y allí estaba un hombre, sentado en la acera pidiendo dinero. Yo ya había avanzado unos cinco pasos después de verlo, pero ya no podía continuar. De pronto me sentía muy nerviosa de acercarme a él. Miles de cosas pasaban por mi cabeza hasta que me di vuelta para mirarlo.
Toda la gente pasaba de largo, como si aquel hombre no existiera, nadie lo miraba siquiera… ¿tal vez estaba yo viendo a un fantasma?
Todavía llevaba mi mitad de pan así que cobré firmeza, avancé hacia él y le pregunté:
- ¿Tienes hambre?
- Sí, pero también tengo un poco de sed- dijo.
- Sólo tengo un pan, no ando con nada para beber.
Aquel hombre tenía una cara de sorprendido que ni yo me la creía.
-¿qué pan es?- continuó.
-No tengo idea, pero lleva mermelada de durazno.
-¡Oh! Es un pan preparado
Me di cuenta de que la gente me observaba y nuevamente me sentí nerviosa, no me sentía bien para continuar con el plan y quedarme a oír su historia así que le dije:
-Bueno, espero que ese pan calme un poco tu hambre, aunque sé que no es mucho. Que Dios te bendiga amigo y que estés bien.
- Gracias, gracias- agregó
- A ti.Y me fui orando por él mientras seguía con mi camino de regreso a casa.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Amigos de JPC Bolivia
Desde hace algún tiempo había querido escribirles. Sé de las cosas que están haciendo en Bolivia y la verdad es que escuchar noticias con respecto a las acciones que se llevan a cabo en distintas partes del mundo para proclamar el evangelio, es algo que me anima mucho y me llena de gozo.
Sé que algunos de ustedes están recién comenzando su camino en la fe. Yo les aseguro que no hay mejor camino que este y quiero incentivarlos a seguir en el con perseverancia, con alegría y amor.
Una de las mejores cosas que tienen es que precisamente, ¡son jóvenes! están llenos de energía, de vitalidad, muchos están descubriendo sus talentos, sus dones. Tienen la capacidad de hacer grandes cosas, de cambiar cosas. ¡Tienen fuerza para luchar! Todos ustedes son capaces de protagonizar una obra de servicio increíble. Y podrán decir bueno, si tengo la capacidad de servir, de actuar, de cambiar cosas, ¿qué me falta?… ¡creer!
Amigos sólo les hace falta creer que ustedes están hechos para buenas obras. Somos hijos de Dios, somos luz en medio de un mundo oscuro, en tinieblas. Miren un segundo a su alrededor buscando las necesidades… ¿Puedes verlas o te parece que todo está bien así como está? Si puedes verlas dime ahora, ¿qué puedes hacer tú? ¿Cómo podrías ayudar? No pienses que servir es algo muy complejo, que necesitas de un gran plan para cambiar el mundo, de una mente brillante o algo parecido. Si estamos con Dios es él quien nos prepara el camino y es él quien nos da la victoria ante todo.
¡No temas! Dice Dios, deja todo en mis manos, yo estoy contigo, no te dejaré ni te abandonaré, yo iré contigo donde quiera que vayas. Jesús, que tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra, ha prometido estar con cada uno de ustedes siempre, hasta el fin del mundo ¿alguien alcanza a dimensionar lo que eso significa?
Ahora bien, Dios no sólo está con nosotros, sino también en nosotros. Y pongo énfasis en esto, porque muchas veces queremos hablarle de Dios a alguien y parece que hablamos y hablamos y no tenemos éxito. Tanta gente que habla de Dios en el mundo y sin embargo parece que en forma cada vez más acelerada vamos camino a la perdición. Crece la delincuencia, crecen las desigualdades económicas, sociales, crece la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución, el tráfico. Crece la mentira, la envidia, el odio, la lujuria, la discriminación, el engaño, el daño entre personas y de la gente hacia el planeta. Crece el egoísmo. Y así, podría continuar con innumerables cosas.
Esta aparente falta de éxito podría venir, porque quizás nos falta eso, mostrar que hay un Dios en nosotros ¿qué tanto vivimos de acuerdo a su voluntad?… Dice la Biblia, que si entre nosotros que nos vemos, no nos amamos, ¿cómo vamos a amar a un Dios que no vemos?
Si aman a Dios y a la gente, que su amor sea como el de Cristo, que vino a este mundo no para ser servido, sino para servir. Que brille en sus corazones la luz de Dios de tal modo que no deban ir ustedes y decir ¡tengo luz!, sino más bien que aquellos en oscuridad se acerquen y vean que tú tienes algo especial y quieran eso que tú tienes, que es Cristo en nosotros.
Recuerden que nuestra promesa está en la vida eterna y por lo tanto, sólo estamos de paso en esta tierra. ¡No se afanen! Aprovechen esta oportunidad para obrar en pos de la misión de Dios, quien los recompensará en el momento oportuno.
Como dije antes, ustedes son jóvenes. Anímense unos a otros y edifíquense. Nútranse para que hagan del cuerpo de nuestro Señor Jesús un cuerpo vigoroso, activo y para que sus vidas sean un ejemplo a seguir en todas partes.
Los saludo con un abrazo fraterno, en Cristo…
Tahía
“¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les comunico, no las hablo como cosa mía, sino que es el Padre, que está en mí, el que realiza sus obras. Créanme cuando les digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí; o al menos créanme por las obras mismas. Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.” Juan 14:10-12
Sé que algunos de ustedes están recién comenzando su camino en la fe. Yo les aseguro que no hay mejor camino que este y quiero incentivarlos a seguir en el con perseverancia, con alegría y amor.
Una de las mejores cosas que tienen es que precisamente, ¡son jóvenes! están llenos de energía, de vitalidad, muchos están descubriendo sus talentos, sus dones. Tienen la capacidad de hacer grandes cosas, de cambiar cosas. ¡Tienen fuerza para luchar! Todos ustedes son capaces de protagonizar una obra de servicio increíble. Y podrán decir bueno, si tengo la capacidad de servir, de actuar, de cambiar cosas, ¿qué me falta?… ¡creer!
Amigos sólo les hace falta creer que ustedes están hechos para buenas obras. Somos hijos de Dios, somos luz en medio de un mundo oscuro, en tinieblas. Miren un segundo a su alrededor buscando las necesidades… ¿Puedes verlas o te parece que todo está bien así como está? Si puedes verlas dime ahora, ¿qué puedes hacer tú? ¿Cómo podrías ayudar? No pienses que servir es algo muy complejo, que necesitas de un gran plan para cambiar el mundo, de una mente brillante o algo parecido. Si estamos con Dios es él quien nos prepara el camino y es él quien nos da la victoria ante todo.
¡No temas! Dice Dios, deja todo en mis manos, yo estoy contigo, no te dejaré ni te abandonaré, yo iré contigo donde quiera que vayas. Jesús, que tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra, ha prometido estar con cada uno de ustedes siempre, hasta el fin del mundo ¿alguien alcanza a dimensionar lo que eso significa?
Ahora bien, Dios no sólo está con nosotros, sino también en nosotros. Y pongo énfasis en esto, porque muchas veces queremos hablarle de Dios a alguien y parece que hablamos y hablamos y no tenemos éxito. Tanta gente que habla de Dios en el mundo y sin embargo parece que en forma cada vez más acelerada vamos camino a la perdición. Crece la delincuencia, crecen las desigualdades económicas, sociales, crece la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución, el tráfico. Crece la mentira, la envidia, el odio, la lujuria, la discriminación, el engaño, el daño entre personas y de la gente hacia el planeta. Crece el egoísmo. Y así, podría continuar con innumerables cosas.
Esta aparente falta de éxito podría venir, porque quizás nos falta eso, mostrar que hay un Dios en nosotros ¿qué tanto vivimos de acuerdo a su voluntad?… Dice la Biblia, que si entre nosotros que nos vemos, no nos amamos, ¿cómo vamos a amar a un Dios que no vemos?
Si aman a Dios y a la gente, que su amor sea como el de Cristo, que vino a este mundo no para ser servido, sino para servir. Que brille en sus corazones la luz de Dios de tal modo que no deban ir ustedes y decir ¡tengo luz!, sino más bien que aquellos en oscuridad se acerquen y vean que tú tienes algo especial y quieran eso que tú tienes, que es Cristo en nosotros.
Recuerden que nuestra promesa está en la vida eterna y por lo tanto, sólo estamos de paso en esta tierra. ¡No se afanen! Aprovechen esta oportunidad para obrar en pos de la misión de Dios, quien los recompensará en el momento oportuno.
Como dije antes, ustedes son jóvenes. Anímense unos a otros y edifíquense. Nútranse para que hagan del cuerpo de nuestro Señor Jesús un cuerpo vigoroso, activo y para que sus vidas sean un ejemplo a seguir en todas partes.
Los saludo con un abrazo fraterno, en Cristo…
Tahía
“¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les comunico, no las hablo como cosa mía, sino que es el Padre, que está en mí, el que realiza sus obras. Créanme cuando les digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí; o al menos créanme por las obras mismas. Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.” Juan 14:10-12
miércoles, 18 de agosto de 2010
Carta de amonestación a los señores Autos

En todos mis años de vida, no ha habido momento en que ustedes no me pasen a llevar. Esto es el colmo y no aguanto más. Estoy cansada de que siempre anden por ahí haciendo de las suyas y echándonos a un lado.
Ven una calle sola y allá se tiran en medio de la pista, ¿no pueden alguna vez seguir las normas? No creo que de verdad no nos vean, pero se hacen los locos y no nos dejan espacio.
Hace unos días iba yo muy apurada al taller. Iba por la “Av. Grecia” hacia el oeste y de pronto desde “Juan Moya” sale un Chevrolet Corsa a toda prisa, obligándome a parar. No vio ningún otro auto, entonces obviamente no se percató de la flaca que iba ahí (o sea yo). De verdad me dolió en lo más profundo de mis frenos…
Considero que sus injusticias deben detenerse a toda costa, después de todo las calles y avenidas también nos pertenecen. No tendré 300 caballos de fuerza, pero de que sirvo, sirvo y hasta económicamente rindo mucho más que todos los de “4 ruedas”.
Mi petición es la siguiente: que se respeten los signos “pare”, que podamos usar libremente las calzadas, que nuestros derechos se den a conocer a nivel masivo. Que los autos no se detengan 2 metros después del paso de cebra, sino antes de que este comience.
Si esto ustedes no lo analizan, tendré que recurrir al presidente de Chile, don “Juanito Mena” y así aún así, no logramos nada, iré con organizaciones internacionales como la “Oxford”. Atentamente, la bicicleta.
Presentación en la Iglesia de Cristo (15/08/10)
Antes de comenzar, debo decir que estoy sumamente agradecida con la iglesia por esta oportunidad de poder presentarme ante ustedes. Sé que no muchos me conocen, así que les contaré que soy la mayor de 3 hermanas, que tengo 19 años y estudio medicina en la universidad de Buenos Aires.
No sé si alguien conoce este programa de la PUC, pero yo pertenecía al PENTA UC. Y los que estudien o hayan estudiado en la católica, sabrán que siempre se están haciendo misiones en esa universidad.
El 2007 yo participé en Siembra UC. Fuimos a Panguipulli durante el invierno y en ese entonces, yo no era cristiana. Si bien, había nacido en una familia que “creía en Dios” en mi casa nunca estuvo lo de ir a la iglesia cada domingo u orar constantemente, entonces estas misiones eran realmente mi primera aproximación a Dios. Fueron 10 días, con lluvia todos los días, temperaturas bajo 0, compartiendo con mucha gente. No puedo explicar cuánto gozo sentía en ese momento al ver cómo actuaba la gente cuando tenía a Dios en su corazón. Desde aquel viaje, mi vida comenzó a cambiar radicalmente. Comencé a buscar a Dios de un modo distinto, todo lo que tenía que ver con Él llamaba mi atención, quería conocerlo, quería sentirlo, quería ver qué tan grande era. Necesitaba descubrir el “misterio” de Dios. Llegar a la tomar la decisión de ser cristiana no era una cuestión fácil, sabía que implicaría leer la Biblia mucho más, asistir a una iglesia, tener una relación con Dios para toda la vida, cuidarla y fortalecerla y también, que tendría que vivir según lo que Él manda.
En noviembre de 2008 fui de campamento con mis amigos al cajón del Maipo y en el bus me puse a cantar. Una de las niñas que iba en el mismo bus, se puso a cantar conmigo y resulta que ella y sus amigos, eran de El Oasis. Me puse a conversar con ellos, me hablaron de la comunidad y me invitaron a asistir y sin más, fui. Ahí he conocido personas increíbles, que me han animado y guiado.
El año pasado tomé la decisión de seguir a Cristo y comprendí que finalmente el misterio como escribe Pablo es Cristo en nosotros, la esperanza de gloria.
Dios ha llenado mi vida de bendiciones, de gozo, de paz y aunque ha habido momentos malos y buenos, días con lluvia y sol, he permanecido firme en mi fe y en mi decisión de vivir de acuerdo a su voluntad. Él abrió mis ojos para poder presenciar su grandeza y le habló a mi corazón. Todo lo que Dios ha hecho en mi, necesito transmitirlo, no puedo imaginar un mundo sin el conocimiento de Cristo y a veces es triste darme cuenta de que mucha gente en la Tierra, no tienen idea de quién es realmente Jesús y no alcanza a percibir lo que ha hecho por nosotros.
En Buenos Aires fui a un merendero en la zona del Tigre, estuve en una villa compartiendo con niños y jóvenes en riesgo social y fue bkn poder hablarles de Cristo y sembrar algo de esperanza en ellos, cuando muchas veces parece que el mundo les juega en contra. También junto a jóvenes de la iglesia hemos ido a visitar gente en la calle. Este fue uno de los inviernos más duros en Argentina, no se veían temperaturas tan bajas desde hace mucho tiempo y la cantidad de vagabundos que uno ve, a mi me impresiona, porque en Santiago, quizás por ser una ciudad más chica, no encontramos tantos. A veces, te encuentras con familias enteras viviendo en situaciones sumamente difíciles, sin ropa adecuada para pasar el frío, enfermos, con hambre y niños expuestos a todo. Me gusta el Salmo 9:18 que dice “Pero no se olvidará para siempre al necesitado, ni para siempre se perderá la esperanza del pobre”
Ahora tengo la oportunidad de ir a Kenya, claramente un país con muchas necesidades. Yo no alcanzo a dimensionar la pobreza de estas personas, y posiblemente, lo que yo pueda hacer allá, no cambie mucho la situación desigual en la que viven. Pero sí sé, que con Cristo, comprendemos que la riqueza no está acá, sino en su reino. Sé que él pude aligerar nuestras cargas, darnos sabiduría para comprender su palabra, darnos consuelo, paz, alegría, porque aunque nos falte todo, nuestra esperanza está en Él y con Él, somos más que victoriosos ¿no?
Yo quiero ir a Kenya para ser luz en medio de un estado en caos y me emociona, me apasiona pensar que podré servir y compartir con la gente que más necesita de nuestra compasión.
Mientras despierte, agradeceré a Dios que todavía me invite a ser parte de su misión. Con gozo, seguiré compartiendo su evangelio, intentando mostrar cada día a un Cristo que vive y obra en mi, para que más personas puedan alabarlo.
No sé si alguien conoce este programa de la PUC, pero yo pertenecía al PENTA UC. Y los que estudien o hayan estudiado en la católica, sabrán que siempre se están haciendo misiones en esa universidad.
El 2007 yo participé en Siembra UC. Fuimos a Panguipulli durante el invierno y en ese entonces, yo no era cristiana. Si bien, había nacido en una familia que “creía en Dios” en mi casa nunca estuvo lo de ir a la iglesia cada domingo u orar constantemente, entonces estas misiones eran realmente mi primera aproximación a Dios. Fueron 10 días, con lluvia todos los días, temperaturas bajo 0, compartiendo con mucha gente. No puedo explicar cuánto gozo sentía en ese momento al ver cómo actuaba la gente cuando tenía a Dios en su corazón. Desde aquel viaje, mi vida comenzó a cambiar radicalmente. Comencé a buscar a Dios de un modo distinto, todo lo que tenía que ver con Él llamaba mi atención, quería conocerlo, quería sentirlo, quería ver qué tan grande era. Necesitaba descubrir el “misterio” de Dios. Llegar a la tomar la decisión de ser cristiana no era una cuestión fácil, sabía que implicaría leer la Biblia mucho más, asistir a una iglesia, tener una relación con Dios para toda la vida, cuidarla y fortalecerla y también, que tendría que vivir según lo que Él manda.
En noviembre de 2008 fui de campamento con mis amigos al cajón del Maipo y en el bus me puse a cantar. Una de las niñas que iba en el mismo bus, se puso a cantar conmigo y resulta que ella y sus amigos, eran de El Oasis. Me puse a conversar con ellos, me hablaron de la comunidad y me invitaron a asistir y sin más, fui. Ahí he conocido personas increíbles, que me han animado y guiado.
El año pasado tomé la decisión de seguir a Cristo y comprendí que finalmente el misterio como escribe Pablo es Cristo en nosotros, la esperanza de gloria.
Dios ha llenado mi vida de bendiciones, de gozo, de paz y aunque ha habido momentos malos y buenos, días con lluvia y sol, he permanecido firme en mi fe y en mi decisión de vivir de acuerdo a su voluntad. Él abrió mis ojos para poder presenciar su grandeza y le habló a mi corazón. Todo lo que Dios ha hecho en mi, necesito transmitirlo, no puedo imaginar un mundo sin el conocimiento de Cristo y a veces es triste darme cuenta de que mucha gente en la Tierra, no tienen idea de quién es realmente Jesús y no alcanza a percibir lo que ha hecho por nosotros.
En Buenos Aires fui a un merendero en la zona del Tigre, estuve en una villa compartiendo con niños y jóvenes en riesgo social y fue bkn poder hablarles de Cristo y sembrar algo de esperanza en ellos, cuando muchas veces parece que el mundo les juega en contra. También junto a jóvenes de la iglesia hemos ido a visitar gente en la calle. Este fue uno de los inviernos más duros en Argentina, no se veían temperaturas tan bajas desde hace mucho tiempo y la cantidad de vagabundos que uno ve, a mi me impresiona, porque en Santiago, quizás por ser una ciudad más chica, no encontramos tantos. A veces, te encuentras con familias enteras viviendo en situaciones sumamente difíciles, sin ropa adecuada para pasar el frío, enfermos, con hambre y niños expuestos a todo. Me gusta el Salmo 9:18 que dice “Pero no se olvidará para siempre al necesitado, ni para siempre se perderá la esperanza del pobre”
Ahora tengo la oportunidad de ir a Kenya, claramente un país con muchas necesidades. Yo no alcanzo a dimensionar la pobreza de estas personas, y posiblemente, lo que yo pueda hacer allá, no cambie mucho la situación desigual en la que viven. Pero sí sé, que con Cristo, comprendemos que la riqueza no está acá, sino en su reino. Sé que él pude aligerar nuestras cargas, darnos sabiduría para comprender su palabra, darnos consuelo, paz, alegría, porque aunque nos falte todo, nuestra esperanza está en Él y con Él, somos más que victoriosos ¿no?
Yo quiero ir a Kenya para ser luz en medio de un estado en caos y me emociona, me apasiona pensar que podré servir y compartir con la gente que más necesita de nuestra compasión.
Mientras despierte, agradeceré a Dios que todavía me invite a ser parte de su misión. Con gozo, seguiré compartiendo su evangelio, intentando mostrar cada día a un Cristo que vive y obra en mi, para que más personas puedan alabarlo.
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